La Covid-19, nuevos escenarios en la clínica dental y en las prioridades del paciente
La crisis de la Covid-19 puede definirse como una crisis de interconexiones dado que la ciudadanía deberá mantener el distanciamiento social, además de encontrar restricciones a la hora de abastecerse de productos y servicios.
Diferencias entre otras crisis y la del Covid-19
Teniendo en cuenta que el país produce aproximadamente 100 billones anuales de PIB, resulta claro que, deteniendo aproximadamente el 60% de la actividad productiva, el shock económico será enorme. No obstante, a diferencia de anteriores crisis, el origen es exógeno, tratándose de una “enorme coyuntura” cuya afectación es global. Si las situaciones de emergencia acontecidas en el pasado se generaron por un colapso general del sistema financiero y económico a nivel macro, en este caso, ambos sistemas eran sólidos.
El periodo de confinamiento y la sucesiva fase endémica creada por el Covid-19 traerán consigo importantes consecuencias. Esas consecuencias las sufrirán tanto la economía de las familias, como en el conjunto del consumo o del sistema productivo, particularmente para las PYMES. También las modalidades de socialización sufrirán ciertas transformaciones. Será necesario mantener una cierta distancia social y, posiblemente, se modifiquen ciertos comportamientos y actitudes, dando lugar a una mayor conflictividad social.
Covid-19 y el sector dental
La percepción de la clínica dental y de los tratamientos odontológicos no escaparán a estas transformaciones, tal y como señala un reciente estudio desarrollado por Key-Stone en colaboración con FENIN. El sondeo, realizado durante la primera semana del mes de abril sobre una muestra representativa de 451 dentistas titulares de clínicas dentales arroja interesantes resultados. El 92% de los entrevistados está convencido de que cambiará la actitud de los pacientes. Concretamente, un 76% considera que aumentará el temor al contagio en el espacio de la clínica. Además, otro 34% se mostró convencido de que aumentará el miedo también entre el personal y el equipo de colaboradores. Esto podría impulsar modificaciones en las relaciones laborales y contractuales.
En este sentido, parece obvio que los profesionales deberán respetar las indicaciones dictadas en materia sanitaria por los organismos competentes en lo relativo a protocolos clínicos, gestión de las citas y uso de EPIS (Equipos de Protección Individual).
Cambios en la toma de decisiones en gastos odontológicos
Desde el punto de vista económico, algunos de los estudios desarrollados por el Instituto Key-Stone confirman que cuando el gasto odontológico supera la barrera de los 1.000 euros deja de responder a decisiones individuales, situándose como parte de la cesta del gasto familiar. En este caso, la evaluación y la toma de decisiones cambian sus parámetros. Las prestaciones odontológicas de alto valor económico, como la ortodoncia o la prótesis, podrían posponerse. No obstante, según los datos que arroja el estudio basado en las percepciones de dentistas titulares de clínica, serán los tratamientos estéticos los más penalizados. Los tratamientos de carácter funcional, podrían priorizarse y no considerarse tan prescindibles.
Por todo ello, las clínicas dentales enfrentan el desafío de mejorar su comprensión y cercanía con las necesidades del paciente, mejorando la transferencia de valor en sus propuestas de tratamiento. De esta manera será posible que el paciente comprenda e identifique claramente la necesidad de la intervención y la equidad en el precio establecido. Sólo así podrá revertir un posible fenómeno asociado a la jerarquización del gasto y a la priorización de otros consumos no vinculados a la salud.
Key-Stone Press Office
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